¡La Última y nos vamos!

Fernando Ramírez López

Próxima a cumplir los 78 años de vida, Alcohólicos Anónimos es una agrupación que desde su fundación ha contribuido a salvar la salud mental y la vida de millones de personas en el mundo, los que lo menos que perdieron fue su familia, su libertad, su trabajo, dignidad y el respeto propio. Sobre el tema se ocupa Fernando Ramírez López quien aprovecha la ocasión  para invitar a que asistan el sábado 8 de junio a las 15.00 horas y domingo 9 del mismo mes desde las 9.00 A. M., al evento que se celebrará en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Coahuila, a propósito del 39 aniversario de la Oficina Intergrupal, 44 aniversario de la llegada del mensaje a Torreón, Coahuila y 78 aniversario mundial de Alcohólicos Anónimos.

Para: El movimiento mundial de Alcohólicos anónimos, quienes han dado vida a millones de enfermos.

"El único requisito para ser miembro de Alcohólicos Anónimos, es querer dejar de beber".

Tercera Tradición.

"El espíritu está sobre mi, porque me ha ungido. Me ha enviado a predicar buenas noticias a los pobres, a vendar los quebrantos de corazón, a publicar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel".

Isaías 61: 1

"Benedictus de Spinoza, reeligió efectivamente a la ciencia y a la religión. Rompió con la vieja dualidad e identificó a Dios con la naturaleza" (1632-1677).

Por un Spinoza Radical. Paul Wienpaul.

El título de este comentario se refiere a una crónica novelada del movimiento de Alcohólicos Anónimos en la Laguna; mismo que próximamente aparecerá publicamente; en edición impresa.

Es la oportunidad que se me presentó de convivir con miembros de A. A., transcribir sus experiencias anónimas y dar cuenta como hoy en un mundo lleno de intereses y egoísmos, existe una multitud de hombres y mujeres que dedican su vida y esfuerzo para compartir su experiencia, fortaleza y esperanza para resolver su problema común y ayudar a otros a recuperarse del alcoholismo.

Los miembros de A. A., han descubierto y admitido que no pueden controlar el consumo de alcohol; y que tienen que vivir sin el, si es que desean evitar el desastre para ellos y para los que los rodean.

No son reformadores ni están aliados a ninguna agrupación, causa, ni denominación religiosa. No desean que el mundo entero se vuelva abstemio. No imponen su experiencia con el problema de la bebida, sino que lo comparten cuando se les pide hacerlo.

Los une un problema común: el alcohol. Al reunirse, platicar y ayudarse han sido capaces, extrañamente de permanecer sobrios y perder la compulsión por la bebida.

El alcoholismo se puede describir como una compulsión física unida a una obsesión mental; Esto es una enfermedad y no un vicio y como tal debe tener un tratamiento, como es el cáncer, la diabetes, la hipertensión o el SIDA.

Saben que una persona que ha cruzado la barrera invisible de beber con exceso, al hacerlo de una manera compulsiva, seguirá siendo alcohólico y nunca podrá volver a beber de manera normal. La única alternativa es dejar compleramente de beber, abstenerse inclusive de la más mínima cantidad de alcohol en cualquier forma.

A. A. Tiene una manera de expresar esto: "Para un alcohólico un trago es demasiado y mil no bastan".

Desde un principio entienden que nadie puede decirles si son alcohólicos y que la admisión debe partir de ellos mismos, no de un doctor, sacerdote o ministro, ni esposa o marido.

¿Cómo puedo saber si en realidad soy un alcohólico?. Al repasar sus desagradables experiencias de borrachos: cárcel, pleitos, hospitales, fracasos matrimoniales, pérdida de empleo o negocios, discusiones, lagunas mentales, crudas o resacas, actos vergonzosos, pérdida del equilibrio, incluso llegar al crimen, al robo, a la delincuencia; son algunos de los sindromes de esta enfermedad trifásica (incurable, progresiva y mortal).

Nunca llegan a decir que "nunca" volverán a beber, su plan se llama "24 Horas", se concentran en mantenerse sin tomar un día y así sucesivamente, los días se vuelven semanas que se vuelven meses, estos años y al final en una vida que cambia en 360 grados.

Los hombres y las mujeres beben esencialmente, porque les gusta el efecto que les produce el alcohol; sobre todo en una sociedad donde la "ansiedad", "stres" y "consumismo" son parte de su diario vivir y mediante la ingesta crean un mundo irreal donde todo es soluble; sin saber que las consecuencias los pueden llevar a la muerte; de hecho las estadísticas señalan que de cada diez accidentes, ocho se han producido bajo el influjo del alcohol; y lo más preocupante es que cada vez es más baja la edad de los que se inician en el consumo de esta sustancia, que en la actualidad la acompañan con el consumo de otras drogas, como es el caso de las "pastas", "mariguana", "cristal" o "cocaína", con daños tan grandes que en muchos casos terminan enloquecidos en clínicas siquiatricas o manicomios.

Gran parte del problema es que "socialmente" es permitido y como tal en una sociedad capitalista de "economía abierta". Debe liberarse el consumo de las drogas incluso, caso contrario, se maneja un mercado negro de funestas consecuencias, como es hoy el problema del narcotráfico y en su momento se dio con la restricción de la "ley seca" que produjo personajes como Al Capone y hoy a siniestros sujetos como el Chapo Guzmán.

Los alcohólicos activos cuando no consumen alcohol, son inquietos, irritables y están descontentos hasta que vuelven a experimentar la sensación de tranquilidad y bienestar que les produce inmediatamente el apurar unas cuantas copas.

En lo particular no estoy de acuerdo con los que creen que el alcohólismo es enteramente un problema de control mental. La clasificación de los alcohólicos parece sumamente difícil; existe por ejemplo, el psicópata, mentalmente desequilibrado; otro tipo es el que planea distintas maneras de beber y cambia de marca o lugar; el maníaco depresivo; todos tienen un síntoma en común; no pueden empezar a beber sin que se presente en ellos el deseo imperioso.

¿Cuál es la solución?. La respuesta la da "Bill W" en "La Historia de Bill": Solo se trata de estar dispuesto a creer en un poder superior a si mismo. Nada más se necesitaba de mí para empezar.

Lo amplía el Dr. Bob en La pesadilla del Doctor Bob, cuando se refiere a su encuentro con Bill W, el 10 de junio de 1935 en Akron, Ohio: Lo más importante es el hecho de que fuera él el primer ser humano con quien yo platicaba que supiera por experiencia personal de lo que estaba hablando cuando se refería al alcoholismo. En otras palabras, hablaba mi propio idioma. Ese día fue mi última copa, y murió en sobriedad; se había operado el milagro dos alcohólicos hablando de su alcoholismo, de su problema, de su enfermedad, habían hecho puente ya no estaban solos; existía otro ser con su misma sintomatología; a partir de esa fecha millones de personas en el mundo han encontrado una solución y dejaron de beber por siempre, transformaron su vida y la de sus familias; se convirtió Bill W al decir de Aldous Huxley en El Gran Arquitecto del Siglo XX; hoy sigue beneficiando a millones de seres; hombres como este son de la estatura de Cristo, Mahatma Ghandi; la humanidad en medio del caos, tiene luces que iluminan su camino, así éste milagro humano, lo reseño con personajes que conviven en nuestro laar; y antes de concluir emocionado estas líneas, les invito a que si desean ampliar sus conocimientos sobre lo aquí descrito; asistan el sábado 8 de junio y domingo 9 del mismo mes, al evento que se celebrará en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Coahuila, a propósito del 39 aniversario de la Oficina Intergrupal, 44 aniversario de la llegada del mensaje a Torreón, Coah. y 78 aniversario mundial de A. A.

En una sociedad incrédula y sobajada por los malos gobiernos y dueños del poder económico, más la maldad de la inseguridad y el narcotráfico el hombre tiene en si mismo un ser superior. Lo dijo Vasconcelos: "Por mi Raza hablará el Espíritu". En eso creo.

                                    (*) Analista social

Email: licfernandora@hotmail.com

Celular: 044 871 163 3813